La Felicidad Interior Bruta propone que el desarrollo responsable se caracterice por el equilibrio adecuado entre medios de vida equitativos y sostenibles, conservación ecológica, buen gobierno y una cultura dinámica y próspera. Esto a su vez fomenta la sensación de suficiencia y alegría, que promueve la armonía y la conexión con la naturaleza, los demás y nosotros mismos – la esencia de la verdadera felicidad. La aspiración humana a la felicidad trasciende todos los contornos divisorios de la sociedad y tiene el poder de unir a toda la humanidad.

Bajo esta premisa, el Centro ofrece programas de aprendizaje transformador arraigados en los principios de GNH.

GNH tiene dos componentes fundamentales, una dimensión externa y una interior:

1.   La creación de un entorno en la sociedad propicio y facilitador de la felicidad y el bienestar.    Esta dimensión es una responsabilidad social y política.

2.   Desarrollo de “habilidades de felicidad”, tales como mindfulness y la compasión.

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